
¿Sequía o desertificación?
Esta pregunta ronda en la región de Coquimbo desde hace ya unos años, y aunque muchos no coinciden en cuál de las dos opciones es la correcta, hay algo que no se puede negar: la lluvia brilla por su ausencia por cuarto año consecutivo.
Esta condición hace imperante que adecuemos nuestros jardines con especies que resistan mejor la carencia de agua. De esta manera no solo estaremos siendo más amigables con el medio ambiente, sino que también podremos ahorrar tiempo en su cuidado, ya que estas especies son de baja mantención. ¡Un beneficio para todos!
Es por ello que a continuación te recomendamos una serie de plantas para combatir la escasez hídrica que afecta la región.
Cactus y Suculentas: Son aquellas plantas que acumulan agua en sus tejidos para poder sobrevivir en el seco ambiente en el que habitan, mientras que sus espinas reducen su transpiración y protegen a la planta de los animales. ¡Toda esta categoría es muy recomendable si se quiere reducir el gasto hídrico en el jardín, además de ser parte de la última tendencia en jardines!
Cubresuelos: Si bien necesitan más agua que la categoría anterior, los cubresuelos o plantas rastreras corresponden a una excelente opción para cubrir extensas zonas en vez de plantar pasto, ya que este último es conocido por necesitar abundantes riegos de forma constante. Dentro de este género los que se llevan el premio en resistencia corresponden a la doca, la doquilla y el rayito de sol, cubriendo rápidamente las zonas deseadas por poco agua y pocos cuidados.
Gramíneas: También conocidos como pastos ornamentales, este grupo se ha ganado su lugar en el jardín los últimos años por su escaso consumo hídrico, su fácil mantención y su atractivo follaje, dando un toque de elegancia silvestre.
* Se debe tener en cuenta que la Cola de zorro es la excepción de este grupo, ya que es la única planta que necesita un riego abundante.